A todos el Tiempo nos derrite. Pero resistimos heroicos, porque nos gusta vivir. Con todas sus amarguras, la vida es linda.
La promoción 1976 no escapó a este embate. Muchos compañeros ya no están. Pero la mayoría, resistió.
Es el amor a Mar del Plata, al Peralta Ramos, a nuestras familias, a nosotros mismos lo que nos guía.
Como todas las promociones, sentimos que somos distintas a todas las demás. Especiales. Y todas tenemos razón: somos especiales.
Podría recordarles decenas de anécdotas que los convencerían de que es así. Pero no hace falta: porque cada uno de nosotros las llevamos impresas en nuestro corazón.
El paso del tiempo nos ha hecho querernos más, como promoción y como personas. El mundo no resultó ser el Peralta Ramos. No hubo, en general guías, ni recreos. Fue muy difícil encontrar Maestros con mayúscula.
Muchas veces tuvimos que acudir al mapa que aquí nos habían dado. Un mapa moral, para saber cómo manejarnos con los demás y con nosotros mismos. Ese mapa no era perfecto, pero nos sirvió.
Y cuántas veces dimos gracias por tener ese mapa.
Al llegar al 50º aniversario, otros tampoco estarán. Posiblemente yo sea uno de esos ausentes. Y en 40 años más, daremos las hurras desde… ¿dónde?
Por eso es tan importante celebrar este aniversario ahora, en el pináculo de nuestra pequeña Gloria terrenal.
Varios fracasos a cuestas, alimentaron nuevas ilusiones.
Vivos y orgullosos de ser ex alumnos maristas.
Nos nutrieron con eficiencia y amor (a su manera). Nos dieron las herramientas para sobrevivir (con dignidad, y alegría).
Este souvenir es para decirles que los recuerdo con afecto; aprendí de cada uno de Uds. y no los olvidé ni los olvidaré.
Hoy sólo nos queda abrazarnos y decir: Gracias Peralta Ramos, Gracias Maestros, Gracias Compañeros. Siempre firmes adelante, con orgullo de valientes. Hasta el infinito.
Recuerdo el día que Alvear nos hizo desfilar por primera y última vez, terminando el desfile, más que metafóricamente, en la calle.
Allí seguimos.
Muchas veces, más de uno, hemos pensado:
“¡Abran el portón, hijos de puta! ¡Aabraaan! Con orgullo de valientes, ¡queremos volver a nuestro querido Instituto Peralta Ramos!”
Volver a jugar en el patio; aburrirnos en el aula (a veces, sorprendernos, gracias a algún Maestro con mayúscula; fueron pocos, pero fundamentales); reventarnos en la clase de gimnasia y disfrutar de algunas travesuras.
Tal vez el Cielo, sea un IPR recargado…pero fechado en 1965. Donde volveremos a ser jóvenes. Eternamente.
Fraternal abrazo.
Mario José Morando, diciembre 2016.
Estimado,
El que responde, egresado del Carlos Pellegrini, promoción turno noche del 1956 al 61, puede acreditar circunstancias vividas, no tan dolorosas como las referidas por Mario.
Solo se me ocurre mencionar que al momento del ingreso (marzo 1956) el Colegio aún continuaba tomado por los referentes del anti peronismo.
Abrazo.
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Vamos Mario…..