La Primavera de Francisco y El Llamado. autor: Stelvio Cipriani; arreglo José Eleicegui; letra Mario Morando
El Llamado, Gustavo Rovira, representando el confesionario de la Iglesia San José de Flores (Buenos Aires) donde al Papa Francisco se le reveló su vocación sacerdotal en la primavera de sus 17 años.
Ala primavera.mus (Versión Organo) (ABRIR ARCHIVO CLIQUEANDO)
https://www.youtube.com/watch?v=ChEpGFqKSGE Reportaje Valores Religiosos s/homenaje
https://www.youtube.com/watch?v=T3k-V9EIoJg&feature=youtu.be Estreno del Coro Banco Ciudad
https://www.youtube.com/watch?v=bdvBZ27RUqY&feature=youtu.be Homenaje completo en el Teatro Colón
http://www.valoresreligiosos.com.ar/Noticias/una-doble-generala-servida-5248 Cómo surgió la letra
https://mundomorando.wordpress.com/2015/09/23/stelvio-cipriani-non-annimo-romano/ Sobre Cipriani
La Primavera de Francisco
(estreno mundial, 21/9/2015, Teatro Colón, Buenos Aires)
Variación del tema musical de Stelvio Cipriani
Arreglo musical José Eleicegui
Letra en castellano de Mario Morando
Era la Primavera.
A Francisco/Dios lo llamaba:
“Ven a mí”.
Entregaba/toda su vida
a ese Llamado/puesto en acción.
“Sólo Misericordia”
Santo lema/que lo impulsara
a llevar/con amor,
a sus hermanos,
La Fe, la Esperanza,
Llamando a todos
a la plena comunión con Dios.
Era la Primavera.
A Francisco/Dios lo llamaba:
“Ven a mí”.
Entregaba/toda su vida
a ese Llamado/puesto en acción.
Él entregaba/toda su vida
a ese Llamado/en acción.
El Llamado
(autor: Mario Morando)
La Fiesta de San Mateo
el joven buscó confesión
en su parroquia de Flores
a comienzo de estación.
El bello confesionario
anticipaba el encuentro
que tuvo en ese momento
con su Puerta hacia la Vida.
La Primavera de Jorge
en vocación florecía
por misericordioso Llamado
al que acudió casi enseguida.
Luego el simple trabajo,
hecho con fe y alegría,
lo fue llevando adelante
con amor y valentía.
Así esa Primavera
fructificó en energías
derramadas sobre tantos
que necesitaban su guía.
Jorge devino Francisco
y su primavera exclusiva
terminó multiplicándola
para millones de vidas.
Y todo comenzó
en ese confesionario
que eternizaría Rovira.
Lo demás; lo demás
fue «sólo» Fe y Alegría.
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