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El blog de Mario Morando

¿Quién violó a Billie Holiday?

 

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HOMENAJE EN SU CENTENARIO

Quien iba a decir que esa mujer que yo escuchara por primera vez hacia 1982, cuya voz rasposa me resultaría entonces tan chocante e indigerible musicalmente, terminaría arrullándome cada noche durante mis 2 semanas de convalecencia de una intervención quirúrgica, cual enfermera musical, con poderes mágicos para transmitirme paz y ayudar a mi sanación…Por supuesto no es que escuchara sólo sus interpretaciones, pero sí remataba cada día de escuchas, como cierre celestial, con un disco completo de ella.

Así dio tanto amor, tanta entrega en sus interpretaciones, que se consumió a los 44 años.

No pocos pensarán: “que se joda, por viciosa”. Ninguna droga le resultó ajena. “Y con todo lo que ingería, ¿qué quería? ¿llegar a vieja?”

Pero Billie Holiday llegó a vieja siendo muy joven. Esa neblina que flotaba sobre todas sus interpretaciones tenía larga causa.

Todo comenzó cuando Clarence Holiday (de 17 años) embarazó a Sarah “Sadie” Julia Fagan (de 19). Clarence no tenía trabajo y Sadie perdió el suyo de mucama a raíz de su embarazo. Debió limpiar el hospital de Filadelfia donde daría a luz, para afrontar los gastos del alumbramiento. Eleanore Gough (el nombre legal de Billie Holiday) nacería el 7 de abril de 1915, y fue anotada, inicialmente, como hija de Frank De Viese, un mozo de 20 años que desapareció para siempre de la escena. “Billie” surgió de “Bill”, que era como la llamaba su padre, considerándola varonera. Según otra versión, no necesariamente incompatible con la anterior, “Billie” lo elegiría ella misma hacia 1931, cuando comenzó su carrera artística, habiéndolo tomado de la actriz blanca Billie Dove, llamada “Belleza Americana”, que casi siempre interpretaba en las películas mudas el papel de chica tímida que finalmente es rescatada por su príncipe.

Nunca constituyeron una familia. No sólo porque el padre casi no vivió con su madre, sino porque escasamente su madre vivió con ella. Vivió más que nada con su abuela, hidrópica. Justamente una noche, cuidándola, ésta falleció en sus brazos, mientras ambas dormían. Sus familiares le crearon un sentimiento de culpa que la acompañó toda su vida. En tal ocasión Billie quedó hospitalizada un mes, shockeada bajo un mutismo total.

En 1925 fue detenida en Baltimore por robar medias en una tienda, recluyéndosela en un reformatorio religioso por un año, donde la mayoría de las internadas tenían entre 14 y 18 años. Billie tenía 10. Allí la hacían salmodiar oraciones sin cesar, lo cual le resultaría luego útil para cantar, habiendo desarrollado una dicción articulada y clara.

Su padre debió renunciar a ser trompetista cuando en el frente bélico europeo, inhaló gas tóxico. Pululó el resto de su vida en varias agrupaciones importantes, como los Cotton Pickers y la orquesta de Fletcher Henderson, tocando banjo, que lo había estudiado de muy joven en su Baltimore natal. Mientras que Billie adoraba a su padre, éste tenía vergüenza de presentarla como su hija, porque sentía que eso lo hacía lucir viejo frente a sus compañeros. Una noche coincidieron Billie y Clarence en el Grand Terrace Ballroom de Chicago, en 1936, estando ella llena de gozo. Pero una discusión con el dueño del lugar terminó en una trifulca, y Billie arrojándole un frasco de tinta. Clarence fallecería en 1937, de una afección pulmonar. Billie tenía 25 años.

Por su parte, su madre ejercía la prostitución en Nueva York hacia 1920. Hacia 1925 convivía en el East Side con el dueño de un restaurante donde Billie fue llevada a colaborar. Sus peleas fueron alternadamente continuas. La relación que mantuvieron no fue la de madre-hija sino la de hermanas. Sin duda su madre le tenía cierto resentimiento porque por su embarazo había sido raleada de su familia[1]. Hasta posiblemente la hacía culpable a Billie de que Clarence la hubiera abandonado por haber ella nacido. Un íntimo amigo de Billie, que conoció bien a su madre, afirmó: “Era una triste pequeña mujer que había quedado atrapada en una relación de la cual produjo un Ave Fénix, y que nunca supo qué hacer con esa Ave.” Sadie fallecería en 1945, cuando Billie tenía 30.

El 24/12/1926, a sus 11 años, fue víctima de una violación, supuestamente a cargo de un vecino que la raptó a la salida del colegio. Parece que se trataba de un proxeneta para quien trabajaba su madre, que apenas cumplió 3 meses de prisión. En cambio Billie tuvo que regresar al reformatorio.

Al fracasar el restaurant, su madre se separó y la dejó un tiempo en Baltimore con Martha Miller, madre de su hermanastra, a quien Billie llamaba “abuela”. Por entonces comenzó a trabajar en un burdel del barrio Fell´s Point, donde además escuchaba discos en el gramófono del salón, descubriendo a Armstrong y Bessie Smith. En particular Armstrong fue su gran modelo: “Quería que mi voz sonara como su trompeta. (…) Todo lo aprendí de él y de Bessie”, declaró en una entrevista a una radio canadiense. (https://www.youtube.com/watch?v=yqbOj8eebDo )

En 1929 su madre la llevó a Nueva York, al hotel-burdel donde trabajaba. Allí Billie fue denunciada por robo, por un cliente al que se negó a atender, lo que le costó 100 días en el correccional de Welfare Island. Posiblemente allí le extirparon los ovarios[2] y le aplicaron 75 días extras por pelearse con una interna que se le había insinuado. Ni bien salió, volvió a la prostitución.

Su madre intentaba cambiar de vida trabajando de sirvienta y cocinera. En cambio Billie conoció a un vecino saxofonista, Kenneth Hollon, con quien recorrían night-clubs, recogiendo propinas. Según Pop Foster, un artista entrevistado por Linda Kuelhl[3], su carrera se encendió hacia 1927, cuando Billie ganó un concurso y luego comenzó a cantar en el Hot Cha. Hacia 1930 consiguió contrato para cantar con la Hat Hunter Band en el Grey Dawn, levantando moneditas del piso.

Pero su debut estelar se produjo de casualidad una noche de 1931, a sus 16 años, en Pod´s and Jerry´s, cuando el pianista Willie “The Lion” Smith, le propuso que cantara, en lugar de seguir con su anodino baile. El público quedó cautivado. El primer disco simple lo grabaría en 1933, a los 18: Your mother son in law/Riffin´the scotch.

A partir de entonces su vida giró en un torbellino de amantes músicos y/o proxenetas y/o productores, generalmente casados, que la fueron llevando de un trabajo a otro, generalmente aprovechándose de ella, económica, mental y/o físicamente.

Todo sazonado con abundante cantidad de alcohol (generalmente, gin), tabaco y drogas (marihuana, heroína (aspirada o inyectada), cocaína y, en menor medida, opio). Cuando quería disminuir el consumo de alguna droga que sabía muy nociva (el caso de la heroína) entonces aumentaba notablemente las dosis de alcohol, para compensar la ansiedad. Solía desayunar con tragos largos con abundante gin y Seven Up; ingesta que seguía hasta la noche. Gastaba sumas enormes en drogas, que adquiría generalmente a través de sus agentes comerciales. Su adicción fue tan intensa que hasta llegó a sasonar la comida con heroína, y hasta a su perro chihuahua le daba de beber gin de un vasito “one-shot”, personalizado para él.

Cantó con Artie Shaw, Benny Goodman, Louis Armstrong, Teddy Wilson, Duke Ellington, Count Basie (con quien resultó completamente incompatible; Aries versus Leo), Lionel Hampton, Benny Carter, entre otros.

Mención especial merece la relación que entabló con Lester Young, el genial saxofonista tenor, que lo sonaba como un saxo alto, y que comenzó en 1934, cuando Billie tenía 19 años. Young había batido a Chu Berry en un duelo de saxos y ella lo acompañó luego a su hotel. Se convirtieron en almas gemelas. Él la bautizó “Lady Day” y ella “Pres” (por “President”). El saxo de Prez acompañaba a Billie en sus constantes cambios de coloridos, como un eco. Su saxo era el contrapunto perfecto de su voz. Sabía “casar” su fraseo con las innumerables variaciones de tempo de Billie, siendo sólo él capaz de seguirla cuando se anticipaba a la melodía (tomado de Remí Raemackers). En sus grabaciones puede escucharse al saxofonista puntuando eficazmente la acentuación de las palabras y el swing natural de Billie.

Según parece, nunca fueron amantes. En particular las 3 esposas de Lester fueron menudas y lucían desprotegidas: Billie no era el tipo de Lester. Por su parte, la madre de Billie trató de que se comprometiera con Young, pero él era demasiado bonachón para ella. Considerando los eventos siguientes, podrían haberse salvado el uno al otro. Pero no lo hicieron. Sabían cantar y swinguear, pero no enamorarse sanamente.

Billie era muy paciente para cuestiones del cantar pero al mismo tiempo era muy temperamental:

*mientras asistía en un night club a la ejecución pianística conjunta de su enamorado del momento, Boby Henderson, junto a Fats Waller, Billie le arrojó un vaso lleno a un parroquiano que la insultó, pasando el objeto muy cerca de los 3. Tenía 17 años.

*hacia 1943 le pegó a un oficial naval con una botella de cerveza por llamarla “negra”.

*acometió a puños contra 3 soldados que se divertían quemándole con sus cigarrillos un abrigo de visón.

*en una fiesta privada de su cumpleaños le partió por la cabeza un pilón de discos con sus propias interpretaciones a un borracho que estaba molestando en su fiesta, y haciendo abrir la puerta principal, ella misma lo arrojó contra la pared del pasillo, ensangrentando más aún su cabeza.

*a un pianista que no quería tocar en el inicio un tema que generalmente utilizaban para cerrar el espectáculo, le cerró la tapa del piano sobre sus dedos, salvándose éste por sus reflejos de pianista.

*actuando hacia fines de 1948 en un club, se vió aparecer desde la cocina del lugar, luego de escuchar los gritos de Billie, a un tipo con un cuchillo clavado unos centímetros sobre su corazón, completamente shockeado y ensangrentado. Sucedió que un compañero de banda la había abrazado y ella lo interpretó como un abuso, acudiendo a su amante de entonces, un semigángster llamado John Levy[4], para que la desagravie. De la trifulca que se armó resultó herido un pobre tipo que no tenía nada que ver con nada. Al mismo tiempo Billie arrojó unos platos, lastimando a una parroquiana que luego le entabló juicio civil por lesiones.

*hacia 1957 le abrió la cabeza a su manager, y luego esposo, con una botella de CocaCola[5], hiriéndola éste, a su vez, con un cuchillo, y terminando ambos en un hospital; si bien por la noche actuó como si nada.

*poco antes de su internación final, Billie se apareció en la casa de su abogado con la cabeza ensangrentada: su esposo la había golpeado con el aparato telefónico con el cual ella intentaba hacer una llamada.

Al mismo tiempo podía ser muy desprendida: en una ocasión le regaló un valioso anillo a una amiga que se lo pidió en su camerino, frente a Carmen MacRae. Mucho de su dinero se fue en ayuda financiera para sus amigos.

Una característica muy marcada era su gusto por expresarse todo el tiempo con gordas malas palabras, generalmente en tono afectuoso. Cuanto más afectuoso, más alto era el grado de insulto. Definitivamente era una mal hablada. Cuando se hizo muy famosa y las personas le decían: “Hola, Billie”, ella les replicaba: “Bésame el culo. ¿Acaso te conozco?”.

Un rasgo destructivo de su personalidad era su atracción por cafiolos mafiosos, bajo los cuales se sometía a “protección”: le conseguían droga y la trataban de mantener disciplinada. Pero siempre terminaban golpeándola. Hasta en público se vió cómo recibía trompadas en la cara y en el estómago cuando, por ejemplo, les solicitaba el dinero que estos personajes “le custodiaban”. Varios testigos opinaron que era definitivamente una masoquista. Porque no sólo se rodeaba de este tipo de personas, sino que disfrutaba provocándolos para que finalmente reaccionaran.

Nunca se iba a dormir antes de las 5 a.m., pero durante el día dormitaba. A veces mientras fumaba, esa dormitación le hacía quemar vestidos, almohadones, etc. Amaba la comida china, especialmente el arroz con cerdo, que nunca comía con palillos. Tenía pocos amigos; por eso pasaba bastante tiempo sola cuando estaba en su casa. Una pose común era el cigarrillo en una mano y el vaso de Seven Up con gin en la otra. Tenía muy pocas pertenencias, porque viajaba mucho y además se mudaba de apartamento. Su colección de discos no superaba las 2 docenas.

En 1950, su manager de ese momento le organizó un tour por el Sur de USA que terminó en un completo desastre, por la falta de organización. A punto tal que el manager se fugó con el dinero sobrante, mientras dejó varados en un micro a toda una orquesta que los acompañaba, sin abonarles sus actuaciones ni darles siquiera el dinero para el pasaje de regreso, incluyendo a Billie. Se conjetura que su agente lo hizo para sacársela de encima, pues sentía que ya la había exprimido al máximo, y preveía su decadencia comercial.

Mantuvo varias relaciones lésbicas, siendo la más pública con la actriz Tallulah Bankhead, hacia 1948. Cuando vivía con su madre, ésta permitía que durmiera en su casa con amigas pero no con muchachos. Así desfilaban amigas y amigas que pasaban la noche con ella. Muchas eran habitués de la alta sociedad. Hacia 1939 se hacía llamar por sus amigas Míster Day o Bill, y le confesó a un pianista ocasional que a ella le tocaba siempre hacer de hombre.

En 1939 un compositor le hizo llegar una canción: Strange Fruit (Extraña Fruta) , pues confiaba en que su interpretación sería la del exacto clima. Se trataba de una poesía, un tanto irónica y tétrica, sobre los linchamientos de negros en el sur, bamboleándose los cadáveres ensangrentados colgados de un árbol, como “extrañas frutas”. Se transformó en la primera canción de protesta negra popular. Y le trajo varios problemas con las autoridades, que al no lograr acallarla, la acosaron con el Departamento de Narcóticos.

https://www.youtube.com/watch?v=-_R8xxeMFEU (última interpretación de Billie de Strange Fruit, poco antes de morir)

En 1947 fue condenada a prisión en Nueva York durante 366 días, por tenencia de estupefacientes, retirándole el permiso de trabajo en establecimientos que expendían alcohol. Esta detención era la secuela de una detención fallida en Filadelfia, donde la policía confiscó droga en su habitación, pero Billie escapó en su auto, a pesar de los disparos de la policía para detenerla. Resulta muy casual que esto sucediera pocas semanas después de que se le pidió que no interpretara más la canción Strange Fruit. Quedó así limitada a actuar en teatros y, por lo tanto, condenada a viajar en periplos interminables para presentarse en giras por Estados Unidos.

En 1949 fue detenida en San Francisco, aceptando un programa de desintoxicación para evitar la cárcel. En 1956 fue detenida en Filadelfia, debiendo pagar fianza e ingresando a una clínica de desintoxicación. Igualmente su salud empeoraba y su cuerpo aparecía cubierto de pinchazos.

Su voz, cada vez más ronca y difusa, a causa del alcohol y el tabaco, articulaba frases cada vez peor. A veces ni podía tenerse en pie; no reconocía los temas, se equivocaba las letras y no sabía cuándo entrar. En septiembre de 1954 se presentó ebria en el Carnegie Hall. La aparición de Lester Young junto a ella, sin embargo, convirtió al concierto en algo excepcional. Ya en su casa, pasó días enteros bebiendo, fumando y drogándose. Su voz, extremadamente dañada. En los últimos meses de 1958 ya no cantaba, sino que recitaba. Igualmente la magia no había cesado. Provocaba intensos sentimientos artísticos aún limitándose a recitar con su ronca y apagada voz final.

Afirmó, el 15 de marzo de 1959, al fallecer Lester: “Le seguiré en breve”. Cuando apareció a los 2 meses en el Phoenix Theatre de New York, demacrada, apenas interpretó 2 canciones. Su imagen espectral, sobrecogía a sus admiradores. El 30/5/1959, fue internada de urgencia, y le diagnosticaron: cirrosis, insuficiencia renal, agotamiento extremo. Sin embargo a la semana su abogado la visitaba y le llevaba discos, un reproductor fonográfico y ¡cerveza! El 11 de junio sería arrestada, en su habitación, al encontrarse debajo de su almohada drogas. Nunca quedó claro que no hubieran sido “plantadas” para lograr un efecto a favor del departamento de narcóticos, dado que su caso era emblemático. Afirmó su última asistente: “De esa manera, en el hospital le robaron hasta la esperanza.”

El 17 de julio cesó su canto y su recitado a los 44 años. La iglesia de St. Paul quedó colmada. Pero no sólo de fans sino también varios curiosos querían ver en su cajón fúnebre a una negra que desafió el orden blanco convirtiendo Strange Fruit en un himno racial.

Solamente una persona que pasó por todo esto, podía cantar así

“Isn´t a lovely day” https://www.youtube.com/watch?v=O_TYxEGM9BE

Su voz quebrada, como saliente de las entrañas de la Tierra, fue ganando y ganando profundidad y tristeza a medida que se hundía. Lo mismo que su mirada.

Podía cantar con amargo cinismo “Fine and Mellow”, con dulzura “On the Sentimental Side”, o “Night and Day” con ácida dulzura. Con amarga pasión “You go to my head” o “The Man I Love”.

Billie cantó porque encontró en eso una manera de expresarse y de ganarse el pan. No sabía hacer otra cosa.

Tal vez quién violó a Billie a los 10 años, la víspera de Navidad, sea nuestro acreedor por todo lo que el dolor de Billie transmutó en canción. Además, ¡debe haber conseguido tan poco! ¿Qué orgasmo puede brindar una niña de 10 años?

Pero ¿qué importancia tiene, ahora, quién violó a Billie Holliday a los 10, a los 20, a los 30, a los 40? Fueron tantos y diferentes tipos de violaciones.

Billie, a pesar de todo, llegó a ser Billie, como el gusano llega a ser mariposa. No digamos Poor Buterflie, sino Great Buterflie.

Porque ella, finalmente, a pesar de todo, lo logró. Sacó todo de sí.

Ahora pensemos en nuestra parte.

http://www.youtube.com/watch?v=E9Dr-iU5Dw0#aid=P-vprGjrHMc (Billie por Billie)

https://www.youtube.com/watch?v=pX9ov6coDJI

https://www.youtube.com/watch?v=RHkyVjOZ2y0

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Billie Holiday: la voz del blues (tomado de Remí Raemackers)

El arte de Billie Holiday resulta bastante más delicado de abordar que el de sus contemporáneas Ella Fitzgerald o Sarah Vaughan. Sus canciones se nutren de los tormentos de su existencia y de la locura que rodeó su vida amorosa. Su canto está impregnado de un erotismo turbador que no procede de un auténtico sentimiento de felicidad. Como un rito de incubación o una letra de intoxicación neurótica, billie encarna al blues, aunque apenas lo cantara. Su voz es rauca, arrebatada, dulce y amarga. Una voz que da forma al sufrimiento gracias a su textura particular, su musicalidad espontánea y su swing incomparable. Billie Holiday posee la rara facultad de sublimar todas las emociones que la atraviesan. Su voz irradia feminidad hasta la perversión, como si todas las emociones que está sintiendo surgieran del fondo de su alma e inundaran las melodías. Ahí radica su encanto último, tan sobrecogedor. La ausencia de técnica vocal refuerz el poder emocional de sus interpretaciones desprovistas de cualquier artificio técnico. En lugar de envolver la melodía en las florituras y adornos tan habituales entre los vocalistas de jazz, la sumerge bajo un raudal de emociones. Billie transpira dramatismo y hace vibrar a los auditorios sin que por ello falten en su canto la sofisticación y la elegancia. Seductora hasta el final, encarna la oposición de los contrarios, la ambivalencia del amor y de la muerte, es decir, el erotismo tal y como lo entiende Bataille. Sus requiebros melódicos, esa manera tan particular de torturar la melodía, su capacidad para dotar a sus interpretaciones de vida, rabia, tristeza, éxtasis o violencia, hicieron de Billie Holiday una cantante capaz de embrujar al auditorio. Siguiendo el modelo de Louis Armstrong, era capaz de cantar con un swing tan eficaz como poderoso. Su facilidad para improvisar sobre los ritmos rápidos le permitió batirse en duelo con los instrumentistas más hábiles de su época. Ningún otro cantante de jazz ha sabido transmitir el sentimiento trágico de una canción ni ha sido capaz de dar rienda suelta a las emociones más íntimas.

https://www.youtube.com/watch?v=NKXhYucWPm4

(Ultima actuación filmada de Lester con Billie)

(su mejor interpretación, según ella misma: https://www.youtube.com/watch?v=15i5gSEFOgQ )


[1] Además porque Clarence era menor y sin oficio.

[2] Porque resulta raro que no haya tenido hijos habiendo sido tan promiscua. Y habiendo manifestado en varias ocasiones su ilusión de tenerlos.

[3] Linda Kuehl entrevistó , a principios de los 1970, más de 150 personas que conocieron a Billie, con la intención de escribir su biografía. Nunca pudo enhebrar una historia con los testimonios y quedó enredada. Una noche muy fría de enero de 1979 concurrió en tren desde New York a Washington para asistir a un concierto de Count Basie. Pero estuvo sólo unos minutos y regresó a su habitación, escribió una nota y saltó del 3er piso. Las grabaciones de las entrevistas fueron adquiridas hacia 1990 por un coleccionista privado, que hacia el 2000 las puso a disposición de Julia Blackburn quien escribió, en base a ellas, el libro “With Billie”, de donde nutrí este artículo.

[4] No confundir con el bajista homónimo.

(5) Lo cual prueba que el lema “Todo va mejor con Coca Cola” era al menos engañoso.

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2 comentarios el “¿Quién violó a Billie Holiday?

  1. GAM
    23 abril, 2017

    ..y también existe un registro de una presentación de febrero de 1959, donde no está «recitando» precisamente, esa de Strange Fruit.
    saludos!

  2. GAM
    23 abril, 2017

    Parece extraño que se indique que en el año 1958 ya no cantaba, considerando que el disco Last Recording es delaño 1959…

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Esta entrada fue publicada en 7 abril, 2015 por en Homenajes, Música y etiquetada con , .
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