Aníbal Carmelo Troilo cumple sus primeros cien años de eternidad.
Bandoneonista eximio, director de orquesta, espontáneo pensador musical por excelencia, tanguero de alma, amigazo porteño de ley.
La Fundación del Banco Ciudad de Buenos Aires no podía estar ausente al celebrar socialmente esta ocasión.
El Gordo Pichuco está recibiendo este año centenares de homenajes, únicos y auténticos. Argentinos y extranjeros se hermanan a través de la emoción y conmoción que les llega de su pensamiento musical.
No es casualidad que la música, la quintaesencia del espíritu humano, que como el Espíritu no se ve, no se toca, no se huele, pero Es más que ningún otro objeto sensible, provoque estos efectos supremos. Sólo unos pocos elegidos, en diez mil años de historia de la humanidad, han logrado enhebrar, con 12 notas, originales ideas musicales auténticas, que enaltecen la vida de las personas y la nacionalidad de la cual emanan.
Troilo, músico de la argentinidad, alcanzó alturas musicales dignas de Bach, poniendo a flor de piel de intérpretes y escuchas, las raíces de nuestro pueblo, universalizándolas, como lo prueba el perenne arrastre del Gordo en el resto del mundo. Su música surgió por destilación del orgullo del criollo, el lamento del inmigrante y la bohemia del porteño.
Sabemos que plantó un hito en la historia musical de sempiterna duración y goce. Él no necesitaba de la celebración en el Teatro Colón. Nosotros necesitábamos expresarle nuestra admiración y gratitud, compartirlo con Uds. y transferir su obra a las generaciones sucesoras.
Feliz Centenario, Aníbal Troilo, Pichuco.
Semidiós de la música argentina. Y universal.
Mario Morando-Rogelio Frigerio
Presidentes Fundación Banco Ciudad y Banco Ciudad