Hace dos siglos, el 31 de enero de 1813, comenzó sus deliberaciones la Asamblea General Constituyente. No llegó a declarar independencia ni dictar constitución; pero intentó suprir los privilegios, la práctica de la tortura y la obligación de los indígenas de abonar impuestos. Además estableció la facultad para acuñar moneda nacional, la libertad de vientres y la de imprenta. Pero, ¿están efectivamente vigentes estas disposiciones?
Los privilegios de que gozan tantos funcionarios públicos en su tratamiento frente a la justicia y en el uso personal del gasto público, prueban la falta de su supresión efectiva.
La práctica de la tortura continúa diariamente, ahora en manos de delincuentes que tratan de averiguar dónde esconden el dinero sus circunstanciales víctimas.
Los siempre alabados pueblos originarios deben tributar a la AFIP como cualquier vulgar descendiente de europeo.
¿Tiene moneda nacional nuestro país, con una inflación ya estacionada en un piso de 25%? Además, con la prohibición práctica de comprar moneda extranjera, Argentina no tiene ni siquiera moneda extranjera para sustituir la falta de moneda local. Como dijo, visionariamente, el General: “¿Alguien vió un dólar?” (o un euro o un real o ¡al menos un peso de valor razonablemente estable!).
La libertad de vientres no existe para aquéllos condenados a nacer en la pobreza y reproducirse en ella, dada la altísima tasa de abandono escolar y los incentivos estatales para perpetuarse como subsidiado. La movilidad social al alza se ha reducido sensiblemente, tornando a la sociedad, de hecho, en más conservadora.
La libertad de imprenta se encuentra amenazada.
Sólo nos quedó el escudo, el himno nacional y la escarapela.
Dado que la Asamblea fue disuelta a raíz del golpe institucional del 18 de abril de 1815, tal vez haya llegado el momento de reestablecerla. No para seguir derogando de hecho sus disposiciones, sino para fortalecerlas.
Mientras esperamos la Asamblea del 2016, los invito a solazarse con la audición de la versión de Julio Sosa del tango Camouflage, de Francini y García, cuyos versos están bien vigentes:
http://www.youtube.com/watch?v=esDim1klPq4
Hoy en día todo es grupo/Disfrazado de verdad.
Una sarta de mentiras/Ha invadido la ciudad.
Apariencias engañosas/Que no dejan ver las cosas/Como son en realidad.
Artimañas que al nacer/Ya nacen muertas/Porque quedan descubiertas/
Con la luz de la verdad.